Debido al “recrudecimiento de la violencia por causa del conflicto interno colombiano y la incertidumbre frente al proceso electoral venezolano”, los obispos colombianos convocan una jornada de oración por Venezuela y Colombia. Así queda claro lo que dice San Marcos 11, 24: “todo lo que pidan orando, crean que lo recibirán, y les vendrá”, y la Diócesis de Santa Marta pone la confianza en el Señor para que ambos países recuperen la tranquilidad.
Por ello a través de un comunicado los pastores, piden unirnos el domingo, 4 de agosto, a esta iniciativa para que, las plegarias ayuden a reforzar “los lazos de fraternidad y se incentiven los esfuerzos y acciones que favorezcan la solución de su preocupante contexto social y político”.
En el mensaje encomiendan a ambos países al amparo de la Virgen María, de manera especial, bajo las advocaciones de Nuestra Señora de Coromoto y Nuestra Señora de Chiquinquirá. “Ella, como madre siempre atenta a las necesidades de sus hijos, nos ayude a alcanzar, con su intercesión, la unidad y la paz”.
Además, informan que los obispos de las jurisdicciones ubicadas en las fronteras de ambas naciones continúan liderando acciones humanitarias en favor de la población migrante y desplazada; y que quienes están en las otras regiones siguen contribuyendo decididamente en los procesos de reconciliación, justicia y paz.
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