“Y les decía: conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15)

Por una Iglesia sinodal: peregrinos de la alegría del Evangelio caminemos juntos, en comunión, participación y misión.

“¿No son ustedes el fruto de mi trabajo en el Señor? El sello de mi apostolado en el Señor son ustedes” (1 Cor 9, 1)

“La comunidad parroquial se reúne para partir el pan de la Palabra y de la Eucaristía, y perseverar en la catequesis, en la vida sacramental y en la práctica de la caridad” (Aparecida, 175)

“No nos consideramos capacitados para hacer algo que provenga de nosotros mismos, sino que nuestra capacidad viene de Dios” (2 Cor 3,5)

“El Espíritu Santo ha actuado para hacernos cristianos. Porque ha sido él quien formó a nuestro Redentor, nuestro Salvador y nuestra Cabeza en los entrañas de la Santa Virgen” San Juan Eudes (OC 2,172)

“Porque les transmití, en primer lugar, lo que a mi  vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras: que fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras” (1 Cor 15,3)

“La tarea de evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia.  Evangelizar constituye la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda y ella existe para evangelizar” (Paulo VI, EN, 14)

“Todos quedaron llenos del Espíritu Santo” (Hechos 2,4))

“El Espíritu Santo es el protagonista de la misión de la  Iglesia: es Él quien guía el camino de los evangelizadores mostrando los caminos a seguir” (Papa Francisco)

“Pero cuando tuvo a bien Dios, el que me separó desde el vientre materno y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí…” (1 Cor 9, 1)

“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o por una idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva” (Papa Benedicto XVI, D.C.E, 1)

“Por encima de todo custodia tu corazón, porque de Él brota la vida” (Prov 4, 23)

“Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo” (Papa Francisco. E.G., 259)

“Jesús les dijo: Vengan detrás de mí y los haré pescadores de hombres. De inmediato ellos dejaron sus redes y lo siguieron” (Mc 1, 17)

“Aquí está el reto fundamental que afrontamos: mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar discípulos misioneros que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier, por desborde de alegría, el don del encuentro con Jesucristo. No tenemosotro tesoro que éste” (Aparecida, 14)

“La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre” (Is 40,8)

“Ignorar las escrituras es ignorar a Cristo” (San Jerónimo)

“No me atreveré a hablar de otra cosa sino de lo que Cristo ha realizado a través de mí para llevar a los gentiles a la obediencia de la fe” (Rom 15,18)

“Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestras palabras y obras es nuestro gozo” (Aparecida, 29)

“A todos ustedes, los amados por Dios y santos por vocación, la gracia y la paz de parte de parte de Dios, Padre nuestro y del Señor Jesucristo” (Rom 1,7)

“La santidad no es un programa de esfuerzos y renuncias; es, ante todo, la experiencia de ser amado por Dios, de recibir gratuitamente su amor, su misericordia” (Papa Francisco)

“Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros” (Jn 1, 14)

“El mayor de los misterios y la más grande de las obras es la formación de Jesús en nosotros como lo señalan estas palabras de San Pablo: “«Hijitos míos, por quienes sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes»” (Gal 4, 19) (San Juan Eudes)