La Diócesis de Santa Marta avanza en la labor de dignificación de los seres humanos que se encuentran en prisión y como un signo de paz para las cárceles y centros de detención transitoria, celebró la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, en el Establecimiento penitenciario y carcelario de mediana seguridad de Santa Marta, el martes 24 de septiembre.
Monseñor José Mario Bacci Trespalacios presidió la Eucaristía concelebrada por el P. Jovani Restrepo López, Delegado de la Pastoral Justicia y Libertad y capellán del establecimiento carcelario. “La Palabra de Dios invita a confiar en el Señor, a poner nuestra vida en sus manos, a hacernos responsables de nosotros mismos, de nuestras acciones, de nuestras decisiones, de lo que hacemos, de lo que pensamos, de nuestra vida toda, ante su mirada de amor y misericordia, ante su presencia de compasión y ternura”, expresó Monseñor José Mario. Allí un grupo de internos recibió por primera vez el sacramento de la comunión.
De esta forma queda claro que, hay un esfuerzo pastoral en coordinación del P. Jovani, por incidir en el consuelo y la resignificación de las personas en el ámbito penitenciario, que contribuya al perdón, la reconciliación y la paz, donde todos se dejen mirar por el Señor y saber que somos con esa mirada suya, alcanzados por su amor y misericordia, abrazados por Él en su corazón de ternura por nosotros, ya que nos da otra mirada sobre la vida.
Según Monseñor Bacci, “ese consuelo de Dios transforma nuestro corazón, porque nos hace ver nuestros errores, pero también nos extiende la mano para levantarnos de las caídas, para comenzar por la misma gracia de Dios, que no merecemos, pero que Él nos da por su inmenso corazón, comenzar por esa gracia, por la fuerza de esa gracia, una nueva vida”.