La Diócesis de Santa Marta celebró la Jornada Mundial de los Pobres, en la bajada de un cerro, en medio de barrios marcados por el olvido del gobierno y la inclemencia del tiempo. Allí donde faltan buenas vías, calidad educativa y espacios cualificados para la cultura del encuentro, y lamentablemente la reciente lluvia impactó en las calles, por ello sus habitantes no salieron a trabajar, estudiar y desarrollar sus actividades cotidianas.
San Fernando, San Jorge, Nacho Vives y la Ensenada, son los barrios inundados y donde las aguas negras han sido un problema constante. Hasta allá llegó Monseñor José Mario Bacci, el Secretariado Diocesano de Pastoral Social, dirigido por el P. Harold Tejada, quienes fueron recibidos por el P. Gustavo Acevedo, párroco del sector, donde compartieron una comida y además mercados para llevar a sus casas.
Esta actividad fue orientada bajo el lema: “La oración del pobre sube hasta Dios” (Sabiduría 21, 5), y estuvieron 700 personas. Monseñor José Mario, el P. Harold y el P. Gustavo, agradecieron a quienes donaron mercados, hicieron oración y participaron con su presencia.