- Por: Diany Carrillo Urueña
Oración desde una Nueva Evangelización
Después del Encuentro Diocesano de la Escucha, considero que, para avanzar en la construcción sinodal del Plan Pastoral Diocesano, es necesario meterle una dosis de oración a la tarea de predicar el amor de Dios a los hermanos en nuestra Iglesia particular; por ello con la metodología de preguntas y respuestas, presento mi experiencia de seguimiento al Señor a través de los Talleres de Vida y Oración.
- ¿Qué son los Talleres de Oración y Vida – TOV?
Un Taller de Oración y Vida – TOV es un método de evangelización aprobado por la Santa Sede, íntegramente basado en la lectura y meditación de la Palabra de Dios, con Cristo como principio, centro y meta. En un TOV se aprende a orar y a cambiar la propia vida con la oración.
- ¿Da paz este taller?
Este es un taller liberador y sanador a través del conocimiento de Dios y de uno mismo. De verdad sería bueno que todos en la Diócesis de Santa Marta lo hagamos para recuperar nuestra armonía con Dios, consigo mismo y con los hermanos.
- ¿Cómo se logra la paz a través de este taller?
Mediante la vivencia del abandono, el perdón, la humildad, la comprensión, el silencio, donde el participante se introduce en una profunda paz y llega paulatinamente a liberarse de tristezas y angustias, para sanar heridas, superar complejos y miedos, recuperando el sentido de la vida y la alegría de vivir. Al final de un TOV, la persona se hace más orante, pues ha aprendido 15 modalidades de oración, cristificando su vida y acrecentado su intimidad con Dios.
El taller toma al participante y lo introduce en un complejo entramado de reflexión, oración, mensaje evangélico y análisis de la propia vida, hasta convertirlo en un ser de cuyo corazón emana luz y amor. Desde ese corazón convertido, estos dones se irradian a la familia, y de la familia a la comunidad.
- ¿En qué medida los TOV aportan a la Diócesis de Santa Marta en la construcción del Plan Pastoral?
Lo primero hay debemos tener claro es que, también los laicos contribuimos en la evangelización, cada quien, según su estado de vida, en esa misión evangelizadora de la Iglesia, como recuerdan tantos documentos del magisterio eclesial; pero el trabajo evangelizador puede convertirse en activismo, en esfuerzo inútil, si no se nutre de la oración, del encuentro directo y enamorado con el Dios que es origen y fin de nuestra existencia.