La Virgen del Carmen es apreciada en todos los rincones de la Diócesis de Santa Marta. La quieren los conductores, marineros, hoteleros, tenderos, sacerdotes y laicos; por ello hoy vemos en las calles de la ciudad, en los pueblos y veredas, caravanas interminables de fieles con carros convertidos en carrozas repletas de flores y velas, que adornan la imagen de la Virgen, mientras rezan el rosario al son de los vallenatos alusivos a esta fiesta mariana.
Mientras celebramos esta fiesta, contemplemos a Jesús, por María, que sabe escuchar a Dios. ¡Pilas! No es un simple “oír”, sino “escuchar”, prestar atención, acoger la palabra, es disponibilidad hacia Dios. No es el modo distraído con el cual nos ponemos delante del Señor o ante los otros: oímos las palabras, pero no escuchamos realmente. María está atenta a Dios, escucha a Dios.
Monseñor José Mario tiene un inmenso amor a esta advocación mariana, que desde pequeño aprendió de sus padres, y a ella recurre hoy para que interceda por la Etapa de la Escucha, momento previo al discernimiento que nos llevará a la decisión, para caminar sinodalmente con el Plan Pastoral Diocesano.
Enciende hoy una velita a la Virgen del Carmen y dile: “te pido que intercedas por la Diócesis de Santa Marta, en Etapa de Escucha; bendice a monseñor José Mario, a sus sacerdotes, seminaristas, laicos, agentes de evangelización, movimientos apostólicos, parroquias y a todos los que lean este escrito. Amén”.