Instituto Teológico Pastoral Evangelli Gaudium

El Instituto Teológico Pastoral Evangelii Gaudium (ITPEG) presta el servicio de instrucción en la doctrina de la fe de la Iglesia a los laicos de la Diócesis de Santa Marta, con miras a una aplicación de la misma en la vida de las parroquias y en los lugares propios donde los laicos habitan y puedan manifestar su fe, esperanza y caridad, elevando al plano sobrenatural las realidades naturales y culturales en las que viven inmersos.

Muchos laicos bien formados que celebran su fe en las parroquias y la viven en su cotidianidad dando testimonio de que Cristo vive en ellos para el bien de todos, construyendo el Reino de los cielos con la gracia de Dios.

Cursos

  1. Hay un curso básico de teología que dura cuatro semestres y se estudian cuatro módulos. Cada módulo maneja un libro. Son hechos por el Instituto Internacional de Teología a Distancia (IITD) de la Arquidiócesis de Madrid (España), con quienes el ITPEG tiene un convenio.
  2. Especialidades de cuatro semestres en Biblia, Doctrina Social de la Iglesia, Liturgia y Catequesis.
  3. Cada semestre tiene un costo de doscientos cincuenta mil pesos por estudiante, incluye los materiales.
  4. Las clases son presenciales en Santa Marta en el Colegio Diocesano San José.
  5. Pueden darse las clases a distancia por medio de la virtualidad, tendrían un costo de $120.000 y recibirían el libro en físico. Necesitaría una buena conexión a internet para participar bien en las clases.
  6. Para abrir un curso, deben haber escritos por lo menos diez personas. Cada semestre se puede iniciar un nuevo curso.
  7. Los interesados pueden ponerse en contacto con Alma Cadavid, secretaria del ITPEG, al número 3126888642 o en las oficinas de la Catedral.

Educación no formal

Los títulos son certificados por la Diócesis de Santa Marta. Es educación no formal. Sirve para los docentes de Educación Religiosa Escolar (E.R.E) que quieran recibir la idoneidad por parte del obispo para dar E.R.E en las escuelas públicas.

 “Jesucristo es quien le muestra al hombre su verdadero rostro” (G.S 22)