En el resguardo arhuaco Katanzama también hay hambre. Existen personas que, si prueban bocado en la mañana, es difícil que coman al mediodía y por la tarde. Allí la condición alimentaria es dura debido a la situación social que vive esta comunidad ubicada entre el río Don Diego y Palomino.
Por ello la Diócesis de Santa Marta y la Pastoral Social, a través de su Banco de Alimentos entregaron 1750 kilos de comida a estos indígenas pertenecientes al corregimiento de Guachaca. Es una forma eminente de ponerle signos concretos al proceso evangelizador en este centro de intercambio de saberes y culturas de los indígenas de la Sierra Nevada, además de ser espacio de reuniones y asambleas de la comunidad.
De esta forma, tanto la Diócesis como la Pastoral Social, acogen las palabras del Papa Francisco: “es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios”.
Los arhuacos de Katanzama quedaron en situación de vulnerabilidad por el lamentable fallecimiento del líder gobernador de la Sierra Nevada el pasado 25 de diciembre, Danilo Villafañe; pero la Iglesia una vez más brinda apoyo solidario a las familias indígenas de estas comunidades étnicas de la Sierra Nevada.