CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL CATEQUISTA

En el día de ayer, memoria de san Pío X, se reunieron un gran número de catequistas provenientes de las distintas parroquias de la ciudad para dar gracias a Dios por su gran servicio a la Iglesia y unirse a la celebración del jubileo de la Parroquia La Eucaristía.

La Santa Misa fue presidida por el delegado diocesano de catequesis, Pbro. Misael Díaz y concelebrada por los sacerdotes: Pbro. José Antonio Díaz, párroco de La Eucarístía y el Pbro. Santy Sanchéz Bernal, párroco del Señor de los Milagros (Rodadero).  

Aunque Mons. José Mario, por motivos pastorales no pudo estar en la Celebración Eucarística, dirigió un breve mensaje a los catequistas presentes y dejó la homilía preparada especialmente para este día y la cual, fue leída por el P. Misael Díaz.

En su homilía, Mons. José Mario habló acerca de la figura del papa San Pío X y su papel dentro de la Iglesia: ” Hoy celebramos la memoria de San Pío X, un gran papa de inicios del siglo pasado. Se dedicó prioritariamente a atender asuntos internos de la Iglesia. No se interesó por temas de diplomacia”, y añadió: “Tuvo grandes iniciativas en el campo de la catequesis: promocionó la comunión frecuente, redactó catecismos, dispuso de tiempos de preparación para permitir el acceso de los niños a la comunión, entre otras.”

En su escrito, Mons. Bacci también hizo alusión a la importancia del catequista, de los hombres y mujeres catequistas, que sirven con amor a la Iglesia y sobre todo, a nuestra diócesis:

“Hoy es el jubileo de nuestros catequistas de la Diócesis. Son tantos y tantas que, sin duda, ofrecen una gran aportación al crecimiento de nuestra Iglesia Particular. Los catequistas, que realizan su servicio en la Iglesia por una vocación especial, son un gran pulmón de fe que permite a los creyentes conocer la fe, vivirla con una consciencia más clara y amarla con todo el corazón.”

“Por eso, queridos catequistas, al pensar en cada uno de ustedes. hoy, queremos alegramos con ustedes. y agradecer de corazón todo el bien que hacen en sus familias y en las comunidades parroquiales”, agregó.

Acerca del Evangelio propuesto para este día, en el que se nos habla del encuentro con Jesús y el joven rico (Mateo 19, 16-22), el señor obispo comentó: “Hoy, el evangelio nos coloca ante una escena particular del ministerio público de Jesús: el encuentro con el joven rico. Es un caso único de vocación frustrada en los relatos evangélicos. El joven, aunque era consciente de la necesidad de vivir la existencia en la búsqueda de la plenitud de vida en Dios (la vida eterna), no estuvo dispuesto a acoger la invitación del Señor: “Sé perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres y luego, ven y sígueme” (…) A la hora de la decisión, no quiso seguir el camino del Señor; prefirió más bien el apego a sí mismo y a sus riquezas.”  

“También ustedes, queridos catequistas, tienen una parte importante en este proceso de vida cristiana de los niños, los jóvenes y los adultos que sirven en la catequesis. Recuerden, a este propósito, cuál es el objetivo más amplio de la catequesis, según el Papa san Juan Pablo II en Cahtechesi Tradendae, 5: «El fin definitivo de la catequesis es ponerlo a uno no solo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo: sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad»”, agregó Mons. Bacci.

Mons. José Mario agradeció la labor de los catequistas de la Diócesis de Santa Marta, invitándolos a ser perseverantes en esta misión: ” Gracias, queridos catequistas, por todo su servicio y entrega en nuestra Diócesis. Queremos ofrecerles una formación cada vez más profunda y constante para que puedan vivir a plenitud su vocación y su misión en el seno de sus familias y de las comunidades parroquiales en las que sirven.  Sé que han recibido con alegría la oportunidad de vivir esta formación con el modelo de la Escuela Parroquial de Catequistas. Sigan adelante, sean perseverantes y que la gracia de este jubileo los llene del gozo del Señor, en la gratitud por esta vocación particular que el Señor les ha concedido y en el renovado compromiso por vivir este servicio en nuestra Iglesia Particular. Que María, nuestra Madre, la gran educadora en la fe en su hogar de Nazareth, también ilumine nuestro servicio y lo haga fecundo para bien de la Iglesia.”

Al concluir su homilía, el señor obispo citó las palabras de san Juan Pablo II con respecto a la catequesis:

“Recordemos, para terminar,  este pensamiento de san Juan Pablo II acerca de la catequesis: «Gracias a este servicio, lo que se escucha y se aprende no queda sólo en la mente, sino que conquista el corazón y tiende a traducirse en la vida. En efecto, la catequesis no puede limitarse a anunciar las verdades de la fe, sino que debe procurar suscitar la respuesta del hombre a fin de que cada uno asuma su propio cometido en el plan de la salvación y se muestre disponible a ofrecer la propia vida para la misión de la Iglesia»” (Vaticano, 4 de octubre de 1990).