La Eucaristía tiene dos colectas. Lo sabemos de sobra porque el P. Oscar Rendón, a partir de la formación que ofrece desde la Delegación Diocesana de Liturgia nos lo ha enseñado. La primera es una oración dirigida por el sacerdote que preside la celebración, y se hace después del saludo a la comunidad y el acto penitencial, cuando el sacerdote dice: “Oremos”. Esta oración recoge las intenciones de la comunidad y a través de ella entramos en los misterios que se celebran en la asamblea litúrgica.

La segunda colecta consiste en el aporte económico que damos para el sostenimiento material de la evangelización. Precisamente en el cuarto domingo de Pascua, en el contexto de la fiesta del Buen Pastor, la Diócesis de Santa destina esta colecta al Seminario Mayor San José, donde se forman sus futuros sacerdotes.

Lo primero que se pide es oración por las vocaciones, tanto por la vocación de Monseñor José Mario Bacci como por la del clero samario, religiosas y religiosos, por los seminaristas y jóvenes inquietos por entrar al Seminario. También se pide alegría y generosidad para dar la ofrenda económica este domingo. Recordemos que “Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9, 7).