Van casi 40 días de preparación espiritual, planificación y logística para celebrar con profunda fe y dignidad la semana más importante dentro del calendario litúrgico, donde nos ponemos de cara al misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, y la idea es que este año también nosotros muramos al pecado y resucitemos con Él.
“Sin duda, durante estos días cuaresmales nos dejamos ayudar con los medios que nos propone la Iglesia para llegar con un corazón dispuesto a recibir todas las gracias que trae la celebración del Misterio Pascual. Podemos rescatar la adoración al Santísimo, los grupos de oración y la celebración de los viernes penitenciales como medios para celebración” afirmó el padre Luis de la Valle, párroco de la comunidad Inmaculada Concepción de Remolino.
La preparación es personal y comunitaria para que en estos días importantes pasemos la muerte a la vida, del pecado a la gracia y de la tristeza a la alegría. Aprovechemos entonces del 24 al 31 de marzo las distintas propuestas pastorales que brotan de los programas parroquiales en estos días santos, para que haya en nosotros crecimiento espiritual y avancemos en la Etapa de la Escucha, de cara al Plan Diocesano Pastoral.