Coronilla de la Divina Misericordia

Hoy, último día de la octava de Pascua, la Iglesia celebra el Domingo de la Divina Misericordia.

Muchas personas en el mundo veneran esta imagen tan reconocida, que se remonta a 1931, y nace por una revelación a Santa María Faustina Kowalska, quien en su diario dijo: “al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido”.

Es de esas revelaciones a sor Faustina, que nace también el tradicional rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia, que cada día se vuelve más popular entre los católicos.

Un 14 de septiembre, en otra aparición de Jesús a la santa, le enseña el rezo, que consiste en un conjunto de oraciones rezadas con ayuda o guía de una camándula. Aunque sin problema, puede hacerse sin esta; suplantándola por el uso de los dedos.

Además, el Señor prometió gracias a quienes hiciesen la Coronilla. Las cuales, fueron escritas por Kowalska en su diario.

•⁠ ⁠Reza incesantemente esta coronilla, quien quiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá gracias de mi misericordia infinita.

•⁠ ⁠Otorgaré inmensas gracias a las almas que recen esta coronilla.

•⁠ ⁠A las almas que recen esta coronilla, mi misericordia las envolverá en la vida. y especialmente en la hora de la muerte.

•⁠ ⁠A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. […] Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como justo Juez, sino como misericordioso Salvador.

Faustina Kowalska, Diario.

¿Cómo rezarla?

1.⁠ ⁠La señal de la Santa Cruz
2.⁠ ⁠Padre Nuestro
3.⁠ ⁠Ave María
4.⁠ ⁠Credo
5.⁠ ⁠En cada cuenta grande, donde ha de rezarse el Padre nuestro, se dice: Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
6.⁠ ⁠En las cuentas donde se reza el Ave María en el Rosario, se recita: por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
7.⁠ ⁠Al terminar las 5 decenas, se hace tres veces esta oración: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
8.⁠ ⁠Para concluir: Dios eterno, en quien la misericordia no tiene fin y el tesoro de la compasión es inagotable, míranos con bondad y aumenta tu misericordia en nosotros, para que en los momentos difíciles no desesperemos ni nos desanimemos, sino que con gran confianza nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia en plenitud.