ENCUENTRO DIOCESANO MISIONERO

El sábado 26 de agosto, en las instalaciones del Colegio Diocesano San José, se realizó el Encuentro Diocesano Misionero. El objetivo de este encuentro consistió en animar la conciencia misionera de los fieles laicos de la diócesis y, dentro de la propuesta de las Obras Misionales Pontificias (OMP), ofrecer oportunidades de formación para constituir grupos misioneros a nivel parroquial y a nivel diocesano.  

Con la presencia de un gran número de delegados de las diferentes parroquias de nuestra diócesis, el Encuentro inició con la bienvenida y la animación por parte del P. Onebys Maestre Cuello, delegado de las misiones en la diócesis. Se mostró muy complacido por la asistencia y la acogida que tuvo este Encuentro. Seguidamente, se tuvo un momento de oración ante el Santísimo Sacramento, dirigido por el P. Juan José Mercado. 

En su intervención acerca de los Fundamentos de la Misión, Mons. José Mario Bacci expuso: “La misión de la Iglesia, nuestra misión, nace de la misión de Jesús. El Señor vino en medio de nosotros a mostrarnos la cercanía y la solidaridad de Dios a la humanidad. Dios es compañero del camino de la vida. Dios es el primer misionero porque asume la forma humana en la persona de Jesucristo” 

“Concluida la actuación del Verbo Encarnado en la historia, el Señor Jesús volvió al Padre y nos envió el Espíritu Santo “para que sean mis testigos hasta los confines de la tierra” (Cf. Hch 1,8). ¡Esta es la misión: ser testigos de Jesús!” , comentó monseñor Bacci.

Y añadió: “¿Qué significa ser testigo de Jesús? ¿Hablar de él? Sí, pero en parte. Es más que eso. ¿Actuar como sus representantes? Sí, pero solo en parte. Es más que eso. Todo eso es verdad, pero hay una realidad mucho más grande: Ser testigo de Jesús significa actualizar su presencia en el mundo de modo permanente y continuo. El Señor, que ya está junto al Padre en el cielo, vive junto a nosotros en la tierra cuando se anuncia su presencia: si hay creyentes que lo anuncian, misioneros que lo comunican y testigos que lo muestran.”

En este mismo espíritu, Monseñor José Mario concluyó: “Nuestra misión es esta: que nuestra vida sea expresión, manifestación y realización de la vida de Jesús en medio de los demás”. Tal como lo dice San Pablo en la Carta a los gálatas: “Vivo, pero no yo, es Cristo quien vive en mí” (Gál. 2,20). Inspirado en esta enseñanza paulina, san Juan Eudes (1601-1680) definió la vida cristiana como la formación de Cristo en nosotros”.

Finalmente, monseñor José Mario citó dos importantes catequesis del papa Francisco referente a la pasión por la evangelización. Allí el papa nos enseña que “si la Iglesia no vive la misión, se atrofia; porque la misión es el oxígeno de la Iglesia”. 

Por su parte Fabián Chacón, laico comprometido, realizó su intervención sobre la Metodología de la Misión. Habló acerca su testimonio de vida, de su encuentro con Jesús y cómo la evangelización hizo que hoy fuera un hombre nuevo. 

Chacón expuso la secuencia metodológica que, según la escritura, Jesús y los apóstoles utilizaron para realizar su misión: con Jesús, la misión comienza con el bautismo; y con los apóstoles, en Pentecostés. 

Este encuentro, cuyo lema central fue: “Solo con amor se hace la comunión, solo con amor se hace la misión “, representa el primer paso en la formación de laicos comprometidos con la misión y la evangelización. Durante un año, los asistentes se formarán, junto con los asesores de las OMP, que ya trabajan con infancia y adolescencia misionera.

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