Jornada de los pobres

El sábado 25 de noviembre la Catedral Basílica se llenó de fieles. En esta ocasión no hubo olor a incienso, cantos litúrgicos ni disertaciones teológico-pastorales. Se llenó de pobres y hambrientos que normalmente deambulan por las calles de la ciudad y que encontraron en el templo, el lugar privilegiado para para saciar el hambre espiritual y corporal. Por todo fueron 700 los hermanos que recibieron amor y comida.

La feligresía samaria acogió con alegría esta actividad evangelizadora, que va en consonancia con el pastoreo del papa Francisco, basado al Evangelio de la solemnidad de Cristo rey nos ofrece (San Mateo 25, 31-46): “porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”.

Por esta razón nuestro Obispo Monseñor José Mario Bacci Trespalacios, su Secretariado Diocesano de Pastoral Social, el Banco Diocesano de Alimentos y los sacerdotes de La Catedral, convirtieron la emblemática y antigua Basílica Menor, en un gran comedor por un día, donde unos voluntarios de las comunidades juveniles parroquiales en cabeza de la Pastoral Juvenil diocesana, algunos benefactores y fundaciones e iniciativas sociales de la ciudad, sirvieron almuerzos a inmigrantes, ancianos solos, familias sin recursos y habitantes de calle.

Aunque ya estas experiencias se han vivido en otras catedrales, por ejemplo, en la Basílica de Santa María in Trastevere en Roma, podríamos decir que, recibir a los pobres en la Catedral, fue una idea que brotó del corazón de nuestro obispo José Mario y se espera seguir haciéndolo en lo sucesivo.