JUBILEO DE LOS TRABAJADORES DE LA SALUD DE SANTA MARTA

A través de la Pastoral Diocesana de la Salud, se reunieron un gran número de trabajadores de la salud de nuestra ciudad para agradecer a Dios por su gran servicio y unirse a la celebración del jubileo de la Parroquia La Eucaristía. La Santa Misa fue presidida por el delegado diocesano de la salud, Pbro. Santy Sánchez Bernal y concelebrada por el P. José Antonio Díaz, párroco de la Eucaristía.

Por asuntos pastorales, Mons. José Mario no pudo estar presente, sin embargo, envió la homilía preparada especialmente para este día y la cual, fue leída por el P. Santy Sánchez.

En su homilía, el señor obispo habló acerca de trabajo en la salud como una vocación:

“Es una auténtica vocación, un llamado del Señor a servir a los demás. Ciertamente es también una profesión que lleva consigo la justa paga que permite a todos sostener sus hogares y emprender otras iniciativas. Pero, más allá de esta motivación justa, médicos (as), enfermeros (as) y todo el personal sanitario saben que su servicio a la sociedad trasciende el interés personal y los transforma en verdaderos apóstoles de la vida, ¡muchas gracias por todo el bien que hacen en la vida de tantas personas!”

Acerca del Evangelio y el ejercicio de la vocación y profesión, Mons. José Mario aseguro: “Ustedes actúan como auténticos obreros de la viña del Señor. A esto se hace referencia el evangelio de hoy. El Señor quiere que cada uno, en el ejercicio de su libertad, de su inteligencia, sea colaborado eficaz con Él en la realización en la historia de su plan de salvación.” Y añadió.

“Ustedes, trabajadores de la salud, son colaboradores de Dios en el alivio de los dolores de sus hijos, en la superación de sus enfermedades y en la compañía en los momentos de dolor. Detrás de su rostro, de su mano tendida, de su ternura y compasión, está Dios Padre y su amor incansable por cada uno de sus hijos. No quiere aparecer Él, en su lugar los ha puesto a ustedes en nuestro camino, de modo que ustedes, tienen, por voluntad de Dios, la capacidad de revelar a sus pacientes el amor personal y eficaz de Dios. Insisto en decirles ¡que extraordinaria vocación la de ustedes!”

Finalmente, el obispo agradeció la labor de las instituciones de salud y a sus empleados por su servicio: “Queridos trabajadores de la salud, agradezco el trabajo del P. Santy en la Pastoral de la Salud y a sus estrechos colaboradores; también agradezco a los directores de las instituciones de salud que les abren sus puertas para poder llevar consolación y esperanza a los que sufren; y agradezco en especial a cada uno y a cada una de ustedes por su vida entregada a esta vocación y misión. Que el Señor los recompense según su generosidad y que siempre sean sostenidos, en sus luchas, por el buen Dios que ama a todos ya todos acompaña permanentemente.”

Después de la Comunión, Yazmin Deluque, sobreviviente de cáncer, contó su testimonio y agradeció a cada médico, enfermera, auxiliares y a todos los que les daban animo y apoyo durante este difícil proceso.

“Estoy aquí para agradecerles por su gran labor y ahora mi compromiso con Dios y con ustedes, es un compromiso de amor y agradecimiento. Recuerden siempre, que ustedes están en mis oraciones.”, expresó.  

Antes de finalizar la Celebración Eucarística, el P. José Antonio dirigió unas palabras a los asistentes: “También quiero unirme al agradecimiento por esta misión tan importante que prestan a la salud. Jesús se presenta como médico, el mejor ejemplo para todos. Una misión especial del Maestro de Nazaret era la preocupación por los enfermos; los médicos, las enfermeras y todo el personal de la salud participan de esta acción sanadora de Jesús, es como si su vocación hiciera entendible la misión de Jesús. Todo estamos agradecido porque tenemos a estas personas como un don en nuestra historia. Gracias no solo por su conocimiento científico de la medicina, sino también por su apoyo. Que Dios bendiga a todos los presentes, que ejercen esta profesión tan grande, tan sublime y tan importante en la historia del ser humano.”

Finalmente, el P. Santy realizó una actividad en la que los trabajadores de la salud restauraron un crucifijo partido, basado en el texto del evangelio que dice: “Lo que hiciste a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí me lo hiciste” Mt. 25, 40.

“El trabajo que tienen en las clínicas y en los hospitales, todos, desde el que más títulos o especializaciones hasta el que menos tienen, todos participan.”, expresó el P. Santy Sánchez.