La Delegación de Pastoral Universitaria y de Profesionales Jóvenes, en cabeza del padre Jhon Trujillo, realizó en el día de hoy, la entronización de una imagen de la Santísima Virgen María en el oratorio de la Universidad del Magdalena y la consagración de esta institución a la Madre del Redentor.

Esta actividad, que se enmarca dentro de las diferentes manifestaciones para honrar y venerar a la Santísima Virgen María en la Diócesis de Santa Marta, resulta de vital importancia y cobra relevancia, hoy más que nunca. Sabemos bien que las nuevas generaciones necesitan recuperar el valor de la fe, seguir el camino del encuentro con Cristo que imprime a la vida un sentido pleno y superar la tendencia relativista de nuestro tiempo que anula la presencia de Dios, elimina las diferencias y altera negativamente las relaciones entre los actores de la vida social.

Recordamos, en este espíritu, las palabras que escribió el papa Francisco a los jóvenes del mundo entero: “Él está en ti, está contigo y nunca se va. Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a comenzar. Cuando te sienas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos. Él estará allí para devolverle la fuerza y la esperanza” (CV, 2).

Esta iniciativa en el ámbito de la Unimagdalena será importante para los estudiantes, para el personal administrativo y para los directivos de esta Alma Mater, pues, esta imagen les servirá de memoria viva de la importancia de la presencia de María de Nazaret en el seguimiento de Jesucristo, su Hijo. Ella precede el camino de la humanidad hacia la salvación; es la fiel discípula del Señor que “guardaba todas las cosas en su corazón” (Lc. 2, 19) y que siempre perseveró en el camino de la fe. María es la mujer obediente y la intercesora por excelencia, a cada momento nos dice: “hagan lo que él les diga” (Jn. 2, 5).

La presencia de María en esta institución de estudios superiores, seguramente, atraerá a muchos al encuentro con el Señor. La Diócesis de Santa Marta espera que, a ejemplo, de la Universidad del Magdalena, muchas instituciones educativas retomen la tradición de colocar en un espacio de honor, alguna advocación mariana y que se fomente entre los estudiantes la lectura meditada de la Palabra de Dios, el rezo del santo rosario y de otras oraciones del patrimonio espiritual de la Iglesia y el servicio solidario a los más pobres.