En este 8 de marzo, otra vez celebramos alegres el Día Internacional de la Mujer. Es una iniciativa de la sociedad civil acogida por la Iglesia Católica en todos los lugares del mundo, porque nos da precisamente la ocasión de dirigir la mirada hacia la creación de Dios, que nos ha querido hombre y mujer, la complementariedad de sexos, de puntos de vista sobre la vida, de modos de acercamiento a la realidad.
Aunque las mujeres durante mucho tiempo fueron objeto de rechazo y en ocasiones también se les negaron sus derechos, existe ya entre nosotros una sólida conciencia universal de acogida mutua, de relaciones maduras y constructivas entre las mujeres y su entorno.
Así que, con una palabra de Iglesia, inspirada a su vez en la Palabra de Dios, en el recuerdo de la obra creadora del Padre que nos quiso hombre y mujer, felicito a las mujeres en este día especial. Pienso, de modo particular, en las mujeres de nuestro gran Magdalena y de nuestra ciudad de Santa Marta, las que están, además, en el territorio de la Diócesis de Santa Marta.
Muchas de las mujeres, religiosas, laicas, cabezas de familia, jóvenes, adultas, mayores, son también base fundamental en la actividad de la Iglesia en áreas muy sensibles, catequesis, proclamación de la Palabra, misión en otros lugares. Quiero hacerles llegar también a estas mujeres de fe un saludo de felicitación y mi bendición y feliz y Día Internacional de la Mujer.
Que el Señor las bendiga. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén