Prot. No. 74 / 24
Santa Marta, 4 de junio de 2024
Señora
Dionisia de Avendaño
Hijas, hijo y familia
Muy apreciados:
Reciban mi saludo cordial y fraterno, con el deseo de compartir con Uds. el dolor que viven por la partida de Alfredo Augusto de entre nosotros para vivir el encuentro definitivo con Dios.
Ayer tuve la oportunidad de celebrar la misa con Uds., en un ambiente estrictamente familiar, por la memoria de Alfredo Augusto. Hubiera querido estar hoy con Uds., pero a la misma hora estaré fuera de la ciudad en mis actividades pastorales.
Hoy renuevo la exhortación que ayer les dirigí en la homilía: “pongamos nuestra mirada en el Señor resucitado, vencedor del mal y de la muerte, para encontrar en Él el consuelo verdadero y para vivir en la esperanza el dolor de la ausencia del ser querido que va al encuentro con el Padre”.
Porque amor con amor se paga y porque la gratitud es expresión de la nobleza del corazón, les reitero la manifestación de nuestro reconocimiento por su gran contribución en la formación integral de estudiantes de diversas instituciones educativas de la ciudad, y, en modo especial, por su aporte extraordinario a la formación humanística de los jóvenes seminaristas de nuestra Diócesis de Santa Marta.
Uds. mismos me confesaron ayer, el nivel de su compromiso del Sr. Alfredo Augusto con el ejercicio de la docencia especialmente en el Seminario Mayor San José. Él solía decir: “Por el seminario doy todo, porque mi formación la debo toda al Seminario”. Estas expresiones, que provenían del profundo arraigo de la formación recibida en su paso por el Seminario Mayor de entonces, revelan también su bondad natural y la nobleza de su corazón.
Queridos todos, en este día Uds. están muy presentes en la oración del obispo y de la Diócesis. Mañana, en la reunión de clero, ofreceremos la eucaristía por el eterno descanso de nuestro hermano, Alfredo Augusto; y por Uds., su querida familia.
Afectuosamente,
+ José Mario Bacci Trespalacios, cjm
Obispo de Santa Marta
Ver mensaje: