Obispos de la Provincia Eclesiástica de Barranquilla comen con los fieles de la parroquia Nuestra Señora de Los Remedios

Todo empezó con una comida y terminó con una comida. Parece un juego de palabras, un trabalenguas, pero así podemos definir el inicio y el final del encuentro de obispos de la Provincia Eclesiástica de Barranquilla, que tuvo a Santa Marta como sede y a Monseñor José Mario Bacci como anfitrión.

Llegaron el lunes 4 de diciembre por la tarde, comieron como hermanos que comparten la vida al estilo de Jesús y terminaron cenando el Cuerpo y la Sangre en la Parroquia Nuestra Señora de Los Remedios en el barrio La Paz, donde el P. Antonio Castilla Toro y su rebaño les recibieron con amor el día siguiente. ¡Es que la vida y la comida son inseparables en los planes de pastoral!

Todos los obispos concelebraron y Monseñor José Mario presidió la Eucaristía, el cual recordó que “adviento es tiempo de esperanza, que no es apenas un sentimiento o una palabra de ánimo; la esperanza es Jesucristo, el Señor”. Así, además, lo enseña el Papa Benedicto XVI en su encíclica Spes Salvi: “Dios es el fundamento de la esperanza; pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo, a cada uno en particular y a la humanidad en su conjunto. Es importante este paso: la esperanza es un amor cierto, irrevocable y que nos precede, incondicional. Su reino no es un más allá imaginario, situado en un futuro que nunca llega; su reino está presente allí donde Él es amado y donde su amor nos alcanza” (SS, 31).

Así que, animados por la presencia de los pastores de nuestra Provincia Eclesiástica entre nosotros, sintámonos llamados a comer el alimento espiritual para tener fuerzas en esta ETAPA DE LA ESCUCHA, en el camino hacia el nuevo PLAN PASTORAL DIOCESANO para nuestra Iglesia de Santa Marta.