OBISPOS OPINAN SOBRE REFORMA A LA SALUD

¿Por qué la Iglesia se mete en todo? Podrían preguntar irónicamente algunos. La verdad es que pobreza, desigualdades, corrupción, leyes contra la dignidad humana, persecución religiosa, sufrimientos, violencias, racismo, discriminaciones… son temas que se pueden discernir e iluminar desde el Evangelio.

La Iglesia es como el alma del mundo y en esta ocasión interviene en el proyecto de reforma a la salud en el discernimiento de los obispos durante su asamblea plenaria 116, instalada en Bogotá del 5 al 9 de febrero. Allí se encuentra nuestro pastor Monseñor José Mario Bacci Trespalacios.

Las reformas planteadas por el Gobierno Nacional, especialmente la de la salud, representan hoy un tema de especial interés para los colombianos. También, para los obispos que permanentemente acompañan las necesidades, inquietudes, temores y esperanzas en las diferentes regiones del país, es primordial la dignidad humana.

Para ellos es fundamental contar con elementos para discernir y orientar la reforma. Por ello, escucharon al doctor Carlos Tovar, director general de la IPS Javesalud, quien les presentó un contexto técnico que ilustra el actual panorama de la salud en el país.

“Aunque la misión central de la Iglesia es espiritual y pastoral, sus acciones y mensajes se dirigen a seres humanos que sufren, se enferman y son vulnerables. En los territorios, especialmente en las periferias, pasamos dificultades y en el campo de la salud sí que más, porque es precaria la asistencia y en algunos lugares no existe ni siquiera un centro de salud o promotores que lleven prevención o atención, al menos primaria en salud, considera Monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura.

Debido a esto como pastores, buscan conocer las necesidades que tienen las comunidades en este sentido y también, las implicaciones que las diversas iniciativas puedan producir. Según el doctor Carlos Tovar, en este momento histórico que vive el país, reflexionar sobre el sistema de salud, sus logros y retos, es fundamental para responder a las situaciones regionales que se tienen y en esto, la Iglesia es clave por su capacidad de incidencia.

Los obispos, especialmente quienes pastorean en la periferia con problemas de pobreza y abandono institucional, constatan las dificultades del sistema, así como la exclusión a las que algunas comunidades son sometidas. Por esto, afirma monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, esa reforma debe aspirar a que haya una cobertura mayor real, de calidad y que garantice seguridad en la prestación del servicio.

Agrega además que, así como en el proyecto de ley de la reforma a la salud aprobado en diciembre del año pasado en la Cámara de Representantes, hay aspectos positivos, también existen preocupaciones; por ello invita “a que prime el bienestar de los ciudadanos; tengamos instituciones técnicas fuertes y que logremos garantizar este derecho fundamental a la población colombiana”, expresa monseñor Barreto.

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