El 40 es más que un número de moda en los días comprendidos entre el Miércoles de Ceniza y el Jueves Santo. Es una travesía existencial donde morimos al pecado para resucitar con Cristo. Ahí estuvo el tema central del retiro cuaresmal de la Parroquia San Jerónimo, el pasado sábado 17 de marzo, bajo el pastoreo del P. Ramiro Núñez.
Así quedó claro que como creyentes pasamos por el desierto al vivir la experiencia del número 40 para purificarnos, y según expuso el P. José Antonio Díaz en su charla, esto empalma con la cantidad de días y noches del diluvio (Génesis 7,12), con el éxodo que duró 40 años y los 40 días que estuvo Moisés en el monte Sinaí (Deuteronomio 9, 9-11), los 40 días que Jesús fue al desierto después de su bautismo para ser tentado por el demonio (Mt 4,2).
También dijo el P: José Antonio: “El número 40, representa “cambio”. Tiempo de preparación de una persona o pueblo para dar un cambio fundamental. ¿Por eso los 40 días en Cuaresma? De hecho, cuaresma proviene del nombre en latín “Quadragésima”, que significa 40. Son 40 días donde la Iglesia, imita los 40 días y noches que Cristo pasó en el desierto antes de su vida pública y Pasión”.
Al final los participantes en este retiro cuaresmal reconocieron que, para vivir la próxima Semana Santa, es importante tener un tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de conversión, de preparación y de memoria del Bautismo, de reconciliación con Dios y con los hermanos, de recurso más frecuente a las «armas de la penitencia cristiana»: la oración, el ayuno y la limosna (cf. Mt 6,1-6.16-18).
