La Congregación de Religiosas Filipenses Misioneras de Enseñanza fue fundada en Mataró (Barcelona – España), el 21 de noviembre de 1858, por los hermanos Marcos y Gertrudis Castañer y Seda, bajo la espiritualidad de san Felipe Neri, el santo de la alegría y el buen humor. En Colombia existen desde hace 65 años, liderando colegios y trabajo con comunidades para la evangelización y la promoción humana, en diferentes ciudades del interior del país.
Al estar impregnada del espíritu de san Felipe Neri, la congregación busca vivir la oración, caridad, sencillez, libertad de espíritu y alegría, junto con el amor a María, la devoción y fidelidad al Espíritu Santo, buscando la «Renovación cristiana de la sociedad, de acuerdo con las necesidades más urgentes de la Iglesia y con especial atención a los más necesitados».
Vivir las máximas del santo: “Sed buenos si podéis”; “alegraos y no pequéis”; “Dichosos vosotros jóvenes que tenéis tiempo de hacer el bien”; “todo por amor y siempre alegres”, inspira la vida de las religiosas que ahora, escuchando la voz del Espíritu Santo y el clamor de los pueblos del rio por hacer crecer la experiencia de Dios y la presencia de Iglesia, han iniciado “ad experimentum”, su presencia en la región, con sede principal en la cabecera municipal de Pivijay.
“Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mt 28, 19-20)