El pasado domingo 30 de abril, IV Domingo de Pascua, celebramos en toda la Iglesia la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Acogimos esta invitación del Papa Francisco para pedir que, en nuestras familias y comunidades, muchos jóvenes escuchen la voz del Señor y se decidan a seguirlo con el don de sí mismos en una vida de servicio y entrega.
La Iglesia ha siempre destacado, acertadamente, la iniciativa gratuita de Dios en el acontecimiento vocacional, y la respuesta libre de la persona que se siente llamada por Él. Sin embargo, la escucha de esta llamada se ve condicionada por la historia personal, el ambiente (familiar y de otros), y la “cultura” en la que se mueve el que es llamado, y en la que está implicada también la sociedad y la misma comunidad eclesial.
Debemos, por eso, empeñarnos todo a trabajar constantemente en la construcción de una verdadera CULTURA VOCACIONAL. No basta poner toda la fuerza en acciones puntuales por cierto período de tiempo (por ejemplo: horas santas vocacionales o semanas vocacionales). Todas estas iniciativas momentáneas deben apuntar a establecer, en todos nuestros ambientes, una auténtica CULTURA VOCACIONAL. Así define san Juan Pablo II la cultura vocacional: “es aquella atmósfera donde se valora y defiende la fidelidad a la propia vocación, porque ella ha sido recibida de Dios, porque es parte de la dignidad del ser humano y porque de ella depende la creación de un mundo nuevo” (san Juan Pablo II, 1992).
Así, vivamos con esperanza esta semana, unidos en oración por más y santas vocaciones a la vida sacerdotal en nuestra Diócesis de Santa Marta: desde Zapayán hasta Palermo; desde Pueblo Viejo hasta Guachaca; en toda la ciudad de Santa Marta; en Zona Bananera hasta Algarrobo; en Fundación, en Medialuna, en Pivijay y en toda la zona del Río.
En nuestra Diócesis viviremos la SEMANA VOCACIONAL, del 3 al 7 de mayo. Nuestros seminaristas serán distribuidos por varias comunidades, para ir al encuentro de los jóvenes como ellos; dar testimonio de su vocación para que todos escuchen la voz del Señor y disciernan el proyecto de vida al cual Él los llama. Durante esa semana, los seminaristas estarán visitando diferentes arciprestazgos en los que realizarán actividades como: encuentro con estudiantes de los grados 10 y 11; hora santa con jóvenes y grupos parroquiales; rosario vocacional y encuentro vocacional juvenil, cuyo tema central será: el llamado de Dios para que puedan responder a la misión de anunciar el Evangelio en el ejercicio del ministerio sacerdotal.
Los invitamos a acoger el Mensaje del Papa Francisco para la 60 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. A vivir con alegría y fiesta la vida y la misión de nuestros sacerdotes para que sean buenos pastores de sus comunidades a imagen del Único Buen Pastor, Jesucristo, el Señor, “que da la vida por sus ovejas” (Jn 10, 11).