La Pastoral Justicia y Libertad dirigida por el Pbro. Jovani Restrepo López y la Fraternidad Emaús Santa Marta, iniciarán, el día de mañana, el sexto Retiro para Hombres en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de mediana seguridad “Rodrigo de Bastidas”.
Este grupo de laicos comprometidos apoyan el proceso de evangelización y catequesis, con el fin, de brindar apoyo espiritual, a los hombres y mujeres recluidos en este lugar, con la firme intención de que encuentren en el Señor la fortaleza necesaria para sobrellevar esta difícil prueba de vida.
En corto diálogo con Carlos Santrich, miembro de esta fraternidad, nos contó un poco de lo que ha sido este proceso.
“Nuestra labor penitenciaria, Emaús como tal, es muy bonita. Emaús (penitenciario) fue impulsado por un acondicionamiento del Pbro. Ramiro Núñez, quien solicitó, que para poder realizar el retiro en la Capilla san Juan de Dios, donde fue durante muchos años capellán, realizar el retiro dentro de la cárcel de Santa Marta. Teníamos, junto con otros hermanos de Barranquilla, la experiencia de llevar este modelo de evangelización a las cárceles de la costa, pero en nuestra ciudad, como fraternidad Emaús, no se había hecho y es aquí donde nace Emaús Penitenciario.”
A pesar de las dificultades que existen dentro de estos establecimientos, la labor evangelizadora de la fraternidad no se ha detenido, inclusive, en tiempos de pandemia, siguieron con la misión:
“Ya llevamos 7 años en esta labor, con muchos frutos. Vamos todos los jueves a evangelizar. Las mujeres también nos acompañan los días miércoles a tratar un grupo de hermanos internos con mucho resentimiento, pero también algunos con corazones llenos de fe y esperanza de encontrar ese camino que el Señor ha dispuesto para ellos en medio de la adversidad por la que están pasando”, afirma Carlos.
Junto con el Pbro. Jovani Restrepo, quien está a cargo de la Pastoral Justicia y Libertad, han trabajado para que esta experiencia sea única para los internos: “Con este sexto retiro, al igual que los anteriores, hemos trabajado para que vivan esta bella experiencia de la misma manera como se vive en una casa de retiro. Que sea una herramienta para decirles que hay un Jesús Resucitado, que siempre está presente y nunca los abandona”, agregó Carlos Santrich.
Finalmente, nos comenta que esta acción llena de alegría sus vidas: “Nos complace mucho llevar el Evangelio a la cárcel, a la gente necesitada en ese lugar donde se habla menos de Dios. Esta es nuestra misión. Los internos son maestros para nosotros. No es fácil entrar a una cárcel, sentir el olor a droga; pero esa es la esencia, estar con ellos, con los olvidados. Yo siempre he dicho que ellos tienen una segunda oportunidad, que depende de ellos, como se lo hacemos saber; que tienen todo el tiempo para meditar, para encontrar esa guía, esa mano amiga que los levanta del fondo, como es la mano de Jesús.”
