El 17 de abril, los obispos en visita estuvieron en las oficinas de la Comisión para América Latina.
Allí fuimos recibidos por dos laicos, el filósofo mexicano Rodrigo Guerra y la profesora argentina Emilce Cuda.
Hubo un intercambio profundo sobre la situación de Colombia y la necesidad de crecer en el rostro de una Iglesia profética. Se nos llamó la atención sobre el impacto de los neopulismos, de izquierda y de derecha, que gobiernan América Latina.
Se nos pidió proceder con sabiduría de modo que no caigamos en polarizaciones negativas que impidan a la Iglesia desarrollar su labor conciliadora en la sociedad.
Se nos invitó a profundizar, en nuestros contextos, el diálogo social, intuición papal descrita ampliamente en la Fratelli Tutti (132). Ante el desafío de las sectas, el profesor Guerra fue contundente: “El problema no son los otros, sino nosotros” Por tanto, nos invitó a “aplicar el remedio misionero de Evangelii Gaudium”, la versión pontificia de Aparecida.
Recordó que esta Pontificia Comisión apoya proyectos de desarrollo social en América Latina y que, por tanto, estemos atentos a contar con su apoyo para avanzar en la implementación de iniciativas de proyección social.