El rostro joven de la Iglesia

Muchachos con tenis, jeanes, manillas, actitudes y figuras relajadas en los templos y reuniones de oración, muestran que Cristo sigue impactando en la juventud. Con esto queda claro que la Iglesia no es sólo para pensionados, adultos y niños, sino también para aquellos que tienen entre 14 y 28 años de edad. 

Por ello hablar de Jóvenes en la Iglesia significa que ésta sigue viva y en marcha, no está estancada, porque ellos son el reflejo de la fuerza nueva que proyecta la tarea de dar a conocer el estilo de vida de Jesús en las distintas realidades de la sociedad. 

La juventud y su realidad son un gran potencial, son el impulso de la vida eclesial, social y comunitaria, y la pastoral Juvenil juega un papel importante en la formación de los jóvenes en todas las dimensiones del ser, debido a que impulsan su protagonismo en el quehacer de la sociedad y de la Iglesia. 

Por tanto, es en la pastoral juvenil donde se alimenta el entusiasmo y la convicción de los jóvenes para que, con la valentía de María, la joven de Nazaret, puedan decir “sí” al llamado de Dios y abandonarse confiados y por completo en las manos de Aquel que los ha llamado a servir. De hecho, las enseñanzas que se reciben en los grupos juveniles y de pastoral, estimulan a los jóvenes a servir en su parroquia, en sus hogares o en cualquier lugar del mundo.

En la parroquia Inmaculada Concepción de Remolino, vemos al joven como un agente activo de los procesos pastorales. Significa que el joven entre nosotros no es un feligrés pasivo. Es protagonista de su propia historia, de su camino, de sus pasos y de su ser y quehacer social y eclesial, lo cual le convierte en un agente de cambio social, motivando la participación de otros jóvenes con su testimonio.

Todo esto a partir de las enseñanzas que el santo padre dio en la pasada Jornada Mundial de la Juventud al invitar a testimoniar a Cristo “sin muchas palabras, con gestos simples y cotidianos, esos gestos que transforman y hacen nuevas todas las cosas, aquellos que son capaces de armar un lío constructivo y de amor” (JMJ 2019, en Ciudad de Panamá – Panamá).